15 de febrero de 2017
Garikoitz Plazaola
«La basura que generamos cada uno es nuestra responsabilidad, no podemos quedarnos de lado en el tema de la incineración».

Garikoitz Plazaola, Ingeniero Técnico Agrícola y librero, es miembro del colectivo ecologista Eguzki Erakunde Ekologista

Eguzki es una organización ecologista vasca constituida por voluntarias agrupadas en colectivos locales, que, a su vez, funcionan como los nudos de una red de activistas y colaboradoras. Tiene carácter popular, en el sentido de que no la integran profesionales del medio ambiente, sino que está abierta a las personas que lo deseen, que aportarán en función de sus conocimientos y capacidades. Es una organización autónoma con respecto a partidos políticos, instituciones, empresas o grupos de presión, que toma sus decisiones de manera horizontal.

En la entrevista, Garikoitz nos hablará de la problemática que tienen en Gipuzkoa por la intención del gobierno del PNV de construir una incineradora. Nos ofrecerá los argumentos necesarios para entender que el problema de las basuras es una responsabilidad de cada una de nosotras y que la mejor opción, no es construir una millonaria incineradora, es saber tratar el tema de las basuras de forma ecológica, sana y creadora de puestos de trabajo.

Aunque el tema está centrado en Gipuzkoa, sirve igualmente para cualquier territorio, tenga ya instalada o no una incineradora. La entrevista es muy aclaradora y útil para todas vosotras. ¡Esperamos que os sea interesante!

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Comentarios

Hay 2 comentarios.
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Anonymous
2 marzo 2017 15:34
Los mares del planeta Tierra agonizan con los millones de toneladas de plástico que terminarán en nuestros platos de pescado. La incineración contribuye al cambio climático, y aumenta la dependencia de los combustibles fósiles (gas natural) para quemar los restos de esa comida que podría acabar fertilizando unas tierras donde avanza la desertización.

Nadie conoce, a ciencia cierta, todas sustancias tóxicas que se producen de la combustión de todo tipo de residuos mezclados, pero solo teniendo en cuenta las que se conocen, se impone el principio de precaución para que no haya ninguna víctima colateral debida a los residuos que generamos cada persona en casa todos los días.

En España para la gestión de residuos, los gobiernos de derechas han favorecido a una serie de empresas multinacionales que han llegado a crear carteles (ahí están las sentencias condenatorias) que explotan por encima de lo debido a los municipios que contratan sus servicios. Los alcaldes neoliberales han hecho la vista gorda, han prevaricado y estafado a los vecinos esperando que gracias a la concesión a dedo para esa empresa gratifique ésta el favor haciendo una contribución económica personal al gobernante o al partido político.

Es decir, les prometen a los ciudadano comodidad y solucionar el problema de los "odiados" residuos a cambio de inversiones millonarias que pagaremos todas con impuestos admitamos o no la solución. En el esquema clásico de la derecha neoliberal se trata de cerrar el sistema para que beneficie al sector privado detrayendo recursos de lo público.

De otro lado, la solución (como bien dice Garikoitz) viene de la implicación personal de cada persona para que separando sus residuos (en una actividad diaria que podría asimilarse a un juego salvador y gratificante) vuelvan a ser recursos que dinamicen la economía en forma de ahorro de nuevos recursos y de generación de puestos de trabajo que necesita esa nueva economía circular: desde la reducción de envases, el rediseño, hasta el reciclaje y la reutilización.

Cada seis meses cambiamos unos móviles manchados de la sangre que derraman los desgraciados pueblos, que explotados por gobiernos corruptos, nos venden los minerales necesarios para que disfrutemos de la comunicación sin límites, ¿no es obligatorio reciclar esos terminales en un escenario mundial donde los desechos electrónicos terminan en África o la India siendo allí incinerados artesanalmente para aprovechar los metales que les compraremos a precio de ganga? Circuito infernal.
Esa misma incineración, pero echa con unos avances tecnológicos que no evitan los perjuicios a la salud y los vertederos, es la que nos quieren imponer las corporaciones multinacionales y los gobiernos irresponsables que, poniéndose a sus órdenes, quieren sacarnos el máximo rendimiento de un problema tan inevitable como la muerte pero que, gracias a todas, tiene soluciones alternativas y sostenibles.
¿EXPLOTACIÓN Y ENFERMEDAD? NO CON MIS RESIDUOS!!
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Lobby feroz
2 marzo 2017 15:54
Como en otras actividades económicas con beneficios seguros para las multinacionales, existe un potente lobby proincineración, que tanto a nivel europeo, con presencia en el parlamento europeo donde pretenden impulsar una economía circular que incluya la incineración; como a nivel de España, redactando planes de residuos provinciales que impongan las incineradoras; y también a nivel municipal presionan a los alcaldes para que adopten planes de residuos que necesiten su incineración a pesar de ser más gravosos para sus vecinos.

Ese lobby proincineración es muy potente y cuenta con recursos tanto económicos, como a nivel de medios de comunicación y de apoyos en ciertos partidos políticos. Solo cabe hacerle frente desde la movilización colectiva y la concienciación personal para que se impongan soluciones que beneficien a todas.
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